jueves, 28 de febrero de 2013

Blackmail consensuado

Me preguntáis a menudo sobre blackmail y ya hay un post de ello en el blog (29 de octubre de 2012). Ahí está condensado en pocos párrafos y sí, es una de las prácticas que disfruto; de hecho, tengo algún perrillo en esos términos desde hace unos meses.

Pero para mi el blackmail no es un simple juego, me lo tomo muy en serio.. Exijo contrato con términos muy claros tanto en cuanto a la duración del mismo (previamente consensuada) como los límites a los que ambos nos atendremos.

Hay varios tipos de contrato, los más generalizados y los exhaustivos, donde el esclavo pasa a estar controlado y monitorizado, aún a distancia, mediante diversos dispositivos y técnicas, así como programas con los que puedo entrar en su PC para bloquear, cambiar lo que desee y saber qué es lo que hace y dónde está exactamente mi juguete.

El micromanagement es un control total sobre el perro, requiere muchísimo esfuerzo por mi parte para cerciorarme de que la información que voy obteniendo es veraz, controlar cada momento del día y hacerme presente en su vida de tal forma que no pueda dar un paso sin sentir mi presencia. Como consecuencia, las posibles sorpresas y exigencias inesperadas contribuyen a que el esclavo vaya tomando conciencia de a quién se debe sin escapatoria posible.

Ni todo el mundo está preparado para tal implicación, ni todos comprenden la magnitud de esta práctica. El secreto de llevarla a buen fin está en ponerse en las manos adecuadas, aprender a obedecer para evitar riesgos indeseables y disfrutar de toda esa adrenalina con la que el Ama jugará siempre que le apetezca.

1 comentario:

  1. Hablaba yo ayer de Sus virtudes..., una de las que mas admiro es Su inteligencia, como sabe adaptar su conducta a cada uno de sus esclavos, sin dejar de ser la Domina segura que es y como teje la red para conquistarnos.
    Yo no seria capaz practicar blackmail y me cuesta entender que alguien este dispuesto a consensuar un contrato de este tipo..., pero esto lo adivino Ud. nada mas verme.
    Si es verdad que comprendo el morbo que tiene una relación blackmail, que la tensión personal-sexual que se siente, se potencia exponencialmente, que a los sumís nos seduce el riesgo y que entiendo que disfruten mogollon..., pero no es mi caso.
    A mi me gustan las relaciones cercanas, que mi libido se excite con el encuentro frecuente, que mi morbo crezca imaginando verla y al verla. excitarme con sus reacciones, con sus comportamientos reales y con sus palabras cautivantes.

    Un sumiso que no ha consensuado un blackmail con su Dueña.

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